La bruma se apartó y se dejó ver entre las sombras aquel faro que había estado buscando. - Daniela

Una frase , una hoguera. - Raúl

sábado, 29 de agosto de 2015

La niña y el viejo

Allí a lo lejos, entre dos dunas
diviso lo que parecen dos figuras. 

Él, alto, delgado, viejo,

barba sucia, sin arreglar, por los suelos,
dientes negros, frente sudorosa,
piel roñosa, ropas haraposas.
Mente repugnante,
un tanto irritante.

Al final de su mano,

otra mano la coge.
Más pequeña, más noble.

Ella, una niña desubicada,

cabello dorado, piel nacarada.
Ojos azules, penetrantes,
vestido violeta, impoluta infante.

Los dos miran desde la lejanía. 

Él busca, con sus ojos de buitre,
una víctima a quien quitarle el salitre.

Ella es solo un cebo

a quien acudirá
más de un cencerro.

Él la deja sola, sentada en una piedra,

se aleja, escondido entre la maleza.
Ella empieza a llorar,
lanzando gritos sin cesar.

El primer borrego aparece.

-¿Qué te pasa, pequeña?
¿Qué sucede?
La niña no responde,
solo sigue con su acorde.

De repente por detrás, 

no lo ve venir
y de un golpe nada más, 
cae al suelo sin respirar.

Ambos admiran su botín

entonando risas porque sí.

Un tío desalmado

enseña a su sobrina
esta horrible escabechina.

No es por oro, ni por plata,

solo quieren disfrutar
del noble arte de matar.

--Daniela--

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